Me desvelo de pensar en esta vida nuestra. Resulta que la comunidad científica ha pedido a la ONU un plan de acción ante una invasión alienígena. Y que la Princesa de Asturias demostró su lado más maternal al mediar en una disputa entre dos niñas en una visita oficial a no sé dónde. La misma Leticia que este año se presentó a la Pascua Militar con un traje más acorde a la ocasión, al igual que la Chacón, que el año pasado se presentó en mangas de camisa. Menos mal que Messi metió cuatro goles que si no…
Me desvelo porque se supone que a mi edad debo ser un tipo de provecho, con un trabajo serio y, poco más, que novia, casa, coche y un mochuelo en camino. Y yo no sé por qué. Total, si yo quiero ser como Carla Bruni, cantautora y ponerme a las órdenes de Woody Allen. Quiero aparecer en la portada del País Semanal como Belén Estebán y sin embargo me desvelo y ya no puedo dormir más, con lo importante que es dormir bien para tener una cara Olay, no como la de la Princesa del Pueblo.
Me desvelo pensando en que Higuaín ha sido operado en Chicago de su hernia discal, el pobre, allí solo. No sé, me desvelo. Tal vez porque el jodido flexo no funciona o por la peli que vi el domingo o porque el perro me está mirando o por la economía mundial, pero mi chica dice que ya no rindo en la cama, menos mal que la farmacéutica Lilly ha sacado una cosa para el pito. ¡Qué suerte que Penélope y Javier vayan a ser padres este año! eso me tranquiliza, aunque la pobre no pudo terminar su participación en Piratas del Caribe. Claro, todas esas cosas desvelarían a cualquiera.
Pero tengo la solución. Hoy, sin falta, salgo a comprar la de Hugo Boss y un par de gafas de Alain Afflelou. Me voy a poner mis pantalones cagones y una camisita muy mona que me compré en las rebajas de Zara. Me pasaré por el Starbucks del centro a comer un muffin de chocolate. Seguro que así se me calma esta desazón. Y si no, me paso por la Fnac que me pilla al lado e intercambio unas palabras con el vendedor de la Apple Corner sobre mi Ipod Touch, que últimamente me salta con la canción de Nena Daconte, seguro que hay un plug in para soslayar el inconveniente.
La cuestión es que me desvelo. Y no es porque el presidente de éste nuestro Gobierno haya dicho que el 75% de los parados tienen algún tipo de corbertura social… no, no es por eso, es porque no dijo que el 25% no cobran nada. De 4 millones 1. Yo estoy en el 25%. Mala suerte la mía. Tampoco me desvela que nuestros parlamentarios y senadores digan que sus pensiones no se tocan… no, eso no me desvela, me quita el sueño que digan que no son como el resto de los españoles. Mi insomnio no es fruto de que en el tiempo que he tardado en escribir esta entrada hayan muerto 60 niños de malaria o hambre, son pobres y va de suyo… no, lo que me repatea los cojones es que nosotros andamos a vueltas con las rebajas del Berska, la puta Estebán o que si Cristiano meterá más goles que Messi… Y las calles ¿para cuándo un paseo por las calles?
… Sueños son.
Soliloquio de Segismundo en la Vida es Sueño (Calderón de la Barca)
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.